EcoFinca PlatanoLógico

Ecofinca PlátanoLógico

Salta a la vista que en La Palma los plátanos son la fruta que más se cultiva.

Las plataneras recorren las zonas de costa rodeando casi toda la isla y trajeron prosperidad a muchas familias. La monocultura y el cultivo tradicional siguen siendo una de las principales fuentes de ingresos, pero las recurrentes crisis y las dudas sobre lo que traerá el futuro podrían conllevar un cambio.

Francisco Javier García Lázaro con su Ecofinca PlátanoLógico nos demuestra lo atractivo y lo beneficioso que puede ser cambiar de la monocultura al cultivo mixto.

Fran guía a sus visitantes con entusiasmo a través de su eficaz ecosistema que se encuentra justo al lado del Hotel Sol en Puerto Naos. Nuestro grupo de visitantes se compone de diversas nacionalidades, edades y también niños.

La visita guiada se realiza en español o en inglés con acento español.

A veces nuestro guía añade alguna que otra palabra en alemán y a menudo subraya sus palabras con gestos y mímica. La preciosa vista desde la plantación a la playa se olvida rápidamente ya que Fran nos acompaña en un viaje a través del tiempo.

Durante la introducción nos reunimos a la sombra de las plantas y regresamos al origen de la vida.

Descubrimos cómo la evolución creó diversos ecosistemas y cómo comenzó el impacto del hombre sobre la flora y la fauna. Durante los 8 años que Fran lleva atendiendo la plantación, se ha llevado a cabo un cambio maravilloso.

Sin embargo, esto no es nada milagroso, tan solo hay que entender la relación de todo en su conjunto.

Tan solo hay una vida en la cual todo se entrelaza. Todo depende de lo demás.

Aún así, Fran, originario de la península, empleó durante los 2 primeros años productos permitidos en el cultivo ecológico.

Durante los siguientes 4 años la plantas se rociaban con agua y los insectos dañinos se recogían a mano.

Desde hace 2 años tan solo se riega y todo lo demás lo soluciona el equilibrio biológico.

Algunos parásitos se espantan con el simple olor de otras plantas.

Otros son víctimas de sus depredadores naturales los cuales también visitan la plantación. La temida mosca blanca, por ejemplo, se la comen las mariquitas.

Tan solo hay 2 tipos de mariposas que realmente dañan el plátano.

Pero sus orugas tan solo causan arañazos en la cáscara y la fruta en sí no sufre debido a ello.

Las mariposas monarcas son muy bienvenidas en la finca PlátanoLógico. Las frondosas asclepias atraen a las hembras de la mariposa más grande que podemos encontrar en las Islas Canarias. Es ahí donde depositan sus huevos. Sus orugas se alimentan exclusivamente de esta planta.

Gracias al suave clima de Puerto Naos podemos ver durante casi todo el año orugas, crisálidas y ejemplares adultos de esta preciosa mariposa.

Fran nos cuenta que dos años después de hacerse cargo de esta finca, empezaron a aparecer los primeros pájaros.

Llenaron el "desierto" con sus cantos y hoy en día anidan en este lugar. La gran diversidad de plantas atrae a insectos, los arbustos y los árboles ofrecen escondites, los abrevaderos calman la sed e invitan a tomar un baño.

Entre las plataneras crece limoncillo, lavanda, tagetes, hortensias, ricino, tupinambo, caña de azúcar, mangos, boniatos, guayabas, calabazas, sandía, brócoli, pimiento picante, lechugas, col, jengibre, aguacates, hierbas aromáticas y mucho más.

Estas plantas ayudan a mantener la humedad en el suelo al igual que el humus y las hojas secas.

También se elabora abono in situ.

Entre otras cosas, ésta es la tarea de las gallinas, los patos, las cabras, las ovejas y de los dos burros. A todos ellos los podemos saludar durante nuestra visita. El 80 % de su comida proviene de la propia plantación.

La producción de los plátanos es un 10-15 % inferior al cultivo convencional, pero a cambio Fran se ahorra los gastos correspondientes a los pesticidas y a los abonos químicos.

Y lo que es mucho más importante aún, esta fruta amarilla y los demás tipos de frutas y verduras están libres de toxinas y son saludables.

La mayor parte de su cosecha la exporta a la península. Tan solo una pequeña parte se queda en la isla, por ejemplo, en el El Duende del Fuego.

Fran desprende mucha energía durante las 2 horas de la visita guiada.

Nos enseña plantas peculiares, nos explica relaciones químicas y nos deja echar de comer a los animales.

Quien desee saber por qué el plátano es curvo, podrá descubrir esto y muchas más cosas de esta exótica planta que de hecho son plantas herbáceas.

Los plátanos cultivados de forma lógica implican un enriquecimiento de la biodiversidad de la isla.

Y Fran mira mucho más allá. La Palma ofrece muchísimas fuentes de energías que apenas se han aprovechado hasta hoy.

Volcanes, viento, sol y agua. Al finalizar la visita descubrimos lo sencillo que es su utilización: Fran nos sirve un té cuyo agua lo calentó previamente en un hervidor solar.

¡Qué rico! Limoncillo, diferentes tipos de menta, jengibre...

Ahora también nos permite probar los dulces plátanos de su finca. Es una pena que — aún — no las podamos comprar en la Isla Bonita.

Fran nos esclarece cómo cada uno de nosotros puede influir en el futuro desarrollo de la agricultura comprando productos de cultivo ecológico. Y también cómo podemos influir en su propia agricultura.

Los productos tratados químicamente hacen enfermar a nuestro cuerpo y aunque la calidad ecológica a menudo sea más cara, es mejor invertir hoy en la calidad de vida que en el futuro en gastos médicos y medicamentos.

Como experto en la agricultura ecológica especializado en el cuidado de ecosistemas, Fran también cuenta con su propio programa de radio.

Puede escuchar a Fran bajo el nombre FranGarLaz los lunes a las 12 horas en Cadena SER en su programa gei-SER.

Ahí trata temas como la agricultura ecológica, el medio ambiente, la ganadería, la energía, el agua, el compostaje, etc.

Con ello pretende contribuir al fomento de la sensibilización sobre la sostenibilidad en La Palma.

Quien desee sumergirse personalmente en la "selva" puede hacerlo los miércoles, jueves y sábados bajo la jovial y experta dirección de Fran.

Texto: Ines Dietrich / Fotos: Uka Roesch