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Mieles Taburiente
SAT.7.494 Apicultores de La Palma, N° Registro Sanitario 23.01.576/TF
C / Callejones 124
Villa de Mazo
Miel pura de la abeja negra canaria
Detrás de la marca Mieles de Taburiente hay 16 apicultores de la comunidad de Mazo, ubicada en el sureste de la isla.
Para descubrir más sobre la apicultura de esta zona volcánica, nos reunimos con el Presidente de la Comunidad.
Indudablemente, Daniel Camacho Hernández heredó de su padre el instinto y la pasión por el trato con las abejas.
Sin embargo, hace unos cuarenta años la apicultura resultaba más fácil que hoy en día.
La pequeña abeja negra canaria (Apis mellifera mellifera) aún no contaba con la competencia de otras razas importadas, por lo que tampoco se conocían el ácaro Varroa ni la loque americana. Estas plagas tan temidas pueden significar la muerte de colonias enteras de abejas.
La abeja local se caracteriza por su mansedumbre
Desgraciadamente, algunos apicultores han introducido otras variedades de abejas en La Palma, lo que ha provocado cruces y grandes problemas.
Ninguna otra raza es tan gentil como la genéticamente única y pequeña abeja negra.
Además, a lo largo de los siglos se ha adaptado perfectamente a las condiciones de la isla, es muy limpia en la colmena y tiene un bajo instinto de enjambrazón.
Estas son razones suficientes como para que los miembros de Mieles Taburiente sigan trabajando únicamente con la abeja negra.
Los apicultores no usan antibióticos ni otros productos artificiales para prevenir enfermedades, tan solo trabajan con remedios ecológicos.
Como presidente de la Asociación de Defensa Sanitaria de Apicultores (ADS La Palma), Daniel demuestra que los animales y su bienestar son muy importantes para él.
Es escrupulosamente cuidadoso a la hora de colocar nuevamente las paredes centrales o similares de nuevo en la colmena de la cual tomó las partes.
Cuando trabaja in situ incluso se cambia de guantes cuando se traslada de una ubicación a otra. Todo esto previene y evita el contagio en caso de emergencia.
Flora apícola
Los paisajes en su parte rocosos y áridos de Malpaises o Belmaco no recuerdan, al menos a primera vista, a un paraíso de abejas.
Sin embargo, los apicultores saben en qué lugares sus abejas encuentran suficientes flores y seleccionan las ubicaciones de sus colonias cuidadosamente.
Especialmente desde enero hasta principios de verano, florecen innumerables y fragantes flores silvestres.
Ya que florecen temprano, los tajinastes, las flores blancas de los tagasastes y el trébol hediondo forman parte de una flora apícola especialmente buena. Poco a poco, más y más flores primaverales, así como flores de castaño y del orégano se abren en el bosque.
Para garantizar el bienestar de sus colonias de abejas, los apicultores trabajan durante todo el año.
Comprueban que las abejas están bien y que las cajas de abejas están intactas, a menudo hay que reparar las paredes centrales y sus tiras de soporte.
Daniel también trabaja en su propio ciclo de cera y emplea la cera producida por sus abejas para construir las paredes centrales.
Gracias al clima templado del sureste, las abejas no tienen que formar un racimo durante el invierno ni tampoco necesitan ser alimentadas.
Los animales encuentran flores individuales y se comen la miel que los apicultores les han dejado. En verano, en cambio, necesitan agua cuando hace mucho calor y hay sequedad.
Miel de flores y variedades
Si el año ha sido bueno, la primera miel ya está disponible en febrero.
Si ha llovido lo suficiente y muchas flores silvestres pueden florecer de nuevo a finales de abril/principios de mayo, puede tener lugar una cosecha de primavera, la miel de verano se hace en julio/agosto y a mediados/finales de septiembre sigue la miel de castaño y de orégano que es más oscura.
Algunas plantas tradicionales solo existen en las Islas Canarias, de ahí el sabor único de la miel de flores.
Entre las especialidades se encuentra la muy clara, ligeramente amarillenta Miel de Tajinaste (procedente principalmente de las flores de varias subespecies de tajinastes) y de las tederas (trébol hediondo, miel afrutada y de color amarillo claro).
A veces también se pueden comprar piezas de panal en el puesto del mercadillo de Mazo. Los panales naturales no son de color amarillo como la miel, sino blancos.
Al chupar o masticar los panales la miel sale directamente de ellos, la cera restante simplemente se escupe.
Mieles Taburiente posee alrededor de 500 colmenas y cada una produce alrededor de 10 litros de miel al año.
Cada apicultor cosecha su miel, la escurre en la cooperativa, la embotella en frascos y también la vende. Por medio del número de lote 1-16 cada frasco puede ser rastreado y de esta forma se puede saber quién fabricó la miel.
Los miembros de la comunidad apícola venden su excelente miel en diferentes lugares de La Palma.
Una parte se exporta a las islas vecinas de Tenerife y de Gran Canaria. La demanda es alta y no se produce suficiente miel.
Sorprendentemente, todavía no existe un certificado de origen para la miel en La Palma.
Si así fuera, las mieles puras de Mieles de Taburiente seguramente lo llevarían gracias a su excelente calidad.
Al comprar de miel procedente de La Palma usted también puede fomentar la conservación de la apicultura insular y apoyar la función insustituible de las abejas en la fertilización de frutas y verduras.
Texto: Ines Dietrich / Fotos: Uka Roesch, José Daniel Camacho Hernández, Ines Dietrich