Puros Artesanos Julio - Puros Artesanos Julio - hechos a mano

"Puro palmero", así se denominan los cigarros puro de La Palma

Puro hace referencia a lo "limpio, puro, auténtico".

La fábrica de puros de Julio Cabrera Rodríguez en Breña Alta transmite precisamente esta cualidad y este sentimiento.

Al entrar en las habitaciones, el aroma del tabaco y de la madera de cedro te envuelve, y en el aire se respira un soplo de Cuba.

Con razón: después de todo, fueron los emigrantes palmeros quienes aprendieron a cultivar tabaco y a confeccionar puros en la isla caribeña y quienes más tarde regresaron a su isla natal cargados de semillas de las mejores plantas de tabaco.

Sin ellos, la exitosa industria del tabaco de La Palma probablemente nunca hubiera existido.

Quienes regresaron tras alcanzar la prosperidad recibieron el nombre de "Indianos" y Julio Cabrera les dedica una atención especial.

En la fábrica de estilo colonial hay fotografías históricas, estuches de cuero, ropa y utensilios de artesanía que conmemoran a estos pioneros.

Tabaco palmero

Julio creció con el olor del tabaco.

En los campos alrededor de Breña Alta, Breña Baja, Mazo y El Paso había plantaciones y pequeñas fábricas de tabaco (chinchales). Sus padres trabajaron durante décadas en la producción de tabaco.

A finales de los años 60, el moho azul infestó las plantas y paralizó el boom.

La tradición de los puros hechos a mano se recuperó muy lentamente y en el año 1999 Julio se atrevió a hacerse autónomo con su propia manufactura.

Eligió como ubicación un barrio con una larga tradición tabacalera, no muy lejos del  Museo del Puro Palmero.

Su padre le aconsejó y le ayudó. Entre tanto, se ha convertido en una empresa familiar con un total de siete empleados.

Puros nobles hechos a mano

El tabaco cuidadosamente madurado se procesa directamente en la fábrica.

Los visitantes pueden conocer a los pureros y verlos trabajar.

Es toda una experiencia ver la habilidad con la que las experimentadas manos enrollan los diferentes puros y cómo les colocan el "traje" adecuado con la hoja de capa. Al día se producen unos 300-350 puros con el aroma de la Isla Bonita.

El proceso de fabricación tradicional requiere mucho tiempo y trabajo

Gracias a los vientos alisios del noreste, el clima de la Breña Alta es ideal para el cultivo del tabaco y las hojas cosechadas a mano para Puros Julio proceden de sus propias plantaciones.

Durante una visita guiada por la fábrica, Julio nos muestra cómo se colocan las hojas de tabaco en cuerdas para su secado al aire. Las hojas verdes se tornan marrones y maduran, este proceso toma unas semanas.

A continuación se colocan en la pila de fermentación. Para ello, se superponen cuidadosamente hoja tras hoja y se crean manojos de tabaco (bonches), que a continuación se apilan.

Para lograr una fermentación perfecta, la humedad y el calor se deben controlar a diario.

El apilado cuidadoso y la extracción manual de las venas centrales de las hojas de capa y de las hojas que envuelven la tripa son pasos intermedios importantes. Se tarda varios meses en completar la fermentación.

Ahora aún falta su añejamiento en sacos. Esto tarda 4–5 años.

Además del tiempo, es la experiencia de Julio, en particular, la que asegura la plenitud de los aromas y el sabor deseado.

Puros Artesanos Julio – Medium y Premium

Fumar un puro es un placer y el fumador elige su puro dependiendo del tiempo disponible o de la ocasión.

La categoría Medium contiene tripa corta (hojas de tabaco cortadas en trozos pequeños) envuelta con tres hojas. La categoría Premium ofrece tripa larga (hechos de hojas enteras de tabaco).

En ambas categorías, cada puro está elaborado a mano con tabaco casero cultivado en Breña Alta.

En las vitrinas de la fábrica encontrará los humidores adecuados para el correcto almacenamiento de los puros. Están hechos de madera maciza de cedro por un artesano local.

Cultura del tabaco

En Cuba y también en La Palma, el oficio de los puros está estrechamente ligado a placeres culturales como la literatura y los conciertos.

Los trabajadores de las fábricas cantaban, por ejemplo, zarzuelas o se les leía. En la fábrica de Julio, el lector volverá a encontrar su lugar para deleitar a los artesanos y a los visitantes. Ya están disponibles libros que van a juego así como una silla que invita a pasar un buen rato.

Los visitantes son bienvenidos en Puros Julio y pueden sumergirse en el fascinante mundo del tabaco sin compromiso.

Los no fumadores también pueden echar un vistazo, tal vez encuentren un recuerdo especial para sus seres queridos.

Texto: Ines Dietrich / Fotos: Uka Roesch