MIGO Museo de Interpretacion del Gofio

Monumento y museo – MIGO

Si visita el noroeste de La Palma, debería ir a ver el Museo del Gofio ubicado en el molino de viento de Las Tricias.

No hay otro alimento que en el pasado y en el presente haya sido y sea tan típico como el gofio.

Incluso los benahoaritas, los antiguos habitantes de la isla, tostaban cereales, legumbres o plantas silvestres para luego molerlos entre ruedas de piedra operadas manualmente.

El gofio tradicional se elabora con trigo, pero también hay gofio hecho únicamente de maíz o gofio de mezcla que contiene hasta siete cereales diferentes.

Un gofio muy popular para muchos es el que se elabora con trigo, cebada, maíz, centeno, habas y altramuces. El gofio posee un alto valor nutritivo y es rico en vitaminas y minerales.

Muchos niños palmeros toman desde pequeños biberones con leche y gofio.

Esta harina de cereales también se puede añadir a sopas y a guisos (escaldón de gofio), amasar con un poco de agua y azúcar hasta obtener una masa relativamente firme (pelota de gofio), mezclar con zumo de naranja, frutos secos o plátanos, o también se puede utilizar para hornear. También debería probar los chicharrones, el popular aperitivo elaborado con grasa de cochino frito o probar algo tan innovador como el gofio "tempura" o el helado de gofio. (Restaurantes en la isla canaria de La Palma...)

El molino de viento de doce aspas de Las Tricias es un monumento y un museo

Antaño existían graneros en La Palma.

Nombres como El Granel o Puerto Trigo junto a Puntallana, aún nos recuerdan esos tiempos. Los campos en las zonas de medianías estaban sembrados de trigo, centeno, cebada, maíz, mijo y legumbres. En su entonces, la codorniz era quien con su canto daba la bienvenida al nuevo amanecer.

Para procesar los cereales, había numerosos molinos de viento y de agua en la isla.

Los Molinos de Bellido en Santa Cruz de La Palma son un ejemplo de molinos hidráulicos.

En Garafía se encontraba la mayor cantidad de molinos de viento.

Pero los municipios de Puntagorda, Tijarafe, Mazo, Breña Alta, Puntallana y Barlovento también poseían algunos molinos.

El molino de viento de Las Tricias ya estaba en funcionamiento en 1908, pero en 1915 fue trasladado a su emplazamiento actual debido a las mejores condiciones de viento. Fue construido por el carpintero Antonio Acosta Rodríguez según el sistema Ortega.

Don Isidoro Ortega Sánchez inventó una técnica especial que se utilizó por primera vez en 1868 en uno de los molinos de viento Villa de Mazo.

Isidoro cambió el diseño de los molinos del archipiélago utilizando casi exclusivamente madera de tea, el duramen del pino canario. Incluso reemplazó las velas de lona por palas de madera.

Más tarde, el carpintero compró el molino a los primeros propietarios y lo regentó primero con su hijo, y más tarde también junto a su nieto. Todos ellos eran molineros y carpinteros, por lo que el cuidado y mantenimiento del molino estaba garantizado.

Alrededor del molino se plantaron lentejas y en los alrededores se cultivaban cereales. En la colina también había una era. En las eras las vacas eran guidas sobre la paja para trillar el grano.

Desde todo el municipio de Garafía se traían a caballo o en mulas sacos de grano y legumbres para moler.

Si la cosecha era abundante, se formaba una cola de gente que esperaba y que se reunía para intercambiar información. Si el viento soplaba fuerte, había que aprovechar el momento y el molinero trabajaba hasta bien entrada la noche.

Un pequeño farol formado por una sola vela era la única luz de la cual se disponía. Este farol también se puede admirar en el museo.

Cuando todo el grano había sido molido y el viento dejaba de soplar, el molinero tocaba el "bucio"

Con esta "bocina en forma de caracola de mar", que ya utilizaban los aborígenes, informaba a los campesinos de que podían traer más sacos para seguir molturando.

En 1945, el molino recibió ayuda técnica. Se compró la molina, un motor auxiliar que funcionada con diésel. Ocho años más tarde, la molina empezó a encargarse por completo de todo el trabajo.

En el año 2000, el Ayuntamiento de Garafía adquirió el molino para restaurarlo y conservarlo como museo y centro de interpretación.

El molino en sí, una sala de exposiciones adyacente con antiguos materiales e instrumentos artesanales, un vídeo y muchos paneles informativos (alemán, inglés, español) nos cuentan cosas del pasado.

En el museo se pueden comprar algunos souvenirs como marcapáginas, blocs de notas, gofio, etc.

El mirador astronómico Mirador Astonómico de Buracas también forma parte del Centro de Interpretación.

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Desde allí también podrá disfrutar durante el día de la hermosa vista sobre Buracas, sus dragos y sus cuevas.

Para visitar el MIGO puede seguir el hermoso sendero en dirección Buracas.

Quien no desee caminar, también puede bajar en coche.

El gofio como Marca de la Reserva de la Biosfera (Marca: Reserva Mundial de la Biosfera La Palma).

Bajo la marca "Taber" puede comprar gofio elaborado con grano que la Asociación El Frescal sigue cultivando en La Palma. Otras marcas que poseen el logotipo de la biosfera son Molinos del Valle y Molino NayPE.