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Pino canario
El pino – Un legado del Terciario
"pino"
Pinus canariensis
El pino canario es capaz de resurgir de las cenizas al igual que un ave fénix. Antiguamente, debido a su valiosa madera de tea, el hombre explotó los pinares, pero hoy en día sirven principalmente para la recreación.
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En suelos volcánicos más recientes, el pino canario es considerado una planta pionera
Impresionan algunos ejemplares que crecen en medio de las coladas del San Juan (El Paso) o en el cráter del volcán San Antonio (Fuencaliente).
Incluso logra sostenerse en lugares tan accidentados como la Cumbrecita. En Garafía se pueden encontrar pinos especialmente grandes, cubiertos de líquenes.
En los lugares donde hay más espacio, los pinos desarrollan una copa amplia con la edad, de lo contrario son estrechos y se alzan hacia lo más alto.
El pino canario puede alcanzar hasta 30 y a veces hasta los 50 m de altura.
Posee tres brillantes acículas por vaina y éstas crecen hasta 30 cm de largo. Su época de floración es en primavera.
Las piñas alcanzan un tamaño de hasta 20 cm.
La corteza de los árboles jóvenes es de color amarillento a marrón rojizo y en los ejemplares más viejos es de color gris a rojizo. En los gruesos troncos se pueden ver muchas capas de corteza resquebrajadas.
El Pinar
En los hermosos pinares de la Isla Canaria de La Palma se pueden hacer estupendas caminatas.
El suelo cubierto de pinillo es blando, pero también resbaladizo. El olor de la resina perfuma el aire.
Estos bosques son extremadamente importantes para el balance hídrico.
Con sus largas agujas, el pino canario literalmente peina las nubes extrayéndoles el agua. Para ello, ni siquiera se necesita un bosque de pinos.
El suelo a veces incluso está húmedo debajo de árboles dispersos, mientras que a su alrededor todo está seco.
El pino canario crece desde casi el nivel del mar hasta unos 2.100 m de altitud. Especialmente hermoso de ver durante el viaje a la montaña más alta de la isla, el Roque de Los Muchachos.
En mayo/junio resplandece el sotobosque gracias a las flores del codeso, del amagante y de los tajinastes.
Uso de la madera de pino
El duramen de los árboles viejos es muy valioso.
Se denomina "tea" y fue durante siglos un material de construcción muy demandado.
Se utilizaba para fabricar barcos, molinos de viento, barriles de vino, cajas, etc.
Muchos edificios privados y públicos poseen balcones, puertas, ventanas, techos y vigas de este material tan robusto.
Los pinos más antiguos se quemaban en hornos especiales (horno de brea) para extraer el alquitrán de esta madera tan rica en resina, y el alquitrán se usaba para calafatear los barcos.
Las acículas de los pinos se recogían para colocar los plátanos sobre un cojín blando durante el transporte. Aún hoy en día se usan como lecho en los establos y para ahumar queso de cabra sobre madera descompuesta.
A prueba de fuego
Gracias a las recurrentes erupciones volcánicas, el pino canario se ha adaptado especialmente bien al fuego.
Los ejemplares con más años de edad pueden brotar nuevamente después de un incendio forestal. De la negra corteza quemada vuelven a aparecer brotes verdes y frescos.
Es como un milagro.
Los árboles jóvenes, sin embargo, no cuentan con esta protección. Su corteza sigue siendo demasiado frágil y por ello se queman para siempre. El sotobosque necesita muchos años para regenerarse.
Por lo tanto, por favor, tenga cuidado si hace uso de fuego y no tire colillas de cigarrillos, la Isla Verde se lo agradece.
Fotos: Ines Dietrich, Uka Roesch
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