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Papaya
La fruta del árbol de papaya
"papaya"
Carica papaya
El árbol de papaya en realidad no es un árbol y sus frutos tan solo recuerdan remotamente a los melones. Las papayas no poseen muchas calorías, son muy sabrosas y contienen, entre otras, la valiosa enzima llamada papaína, vitaminas A, C, E, varias vitaminas del grupo B, potasio, calcio y muchos oligoelementos.
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No solo es sabrosa, sino también muy saludable
La papaya, que probablemente provenía de América Central, despertó desde muy temprano el interés de los navegantes españoles, quienes también contribuyeron a su distribución.
Hoy en día se cultiva en zonas tropicales y subtropicales de América, África, Australia, India y en las Islas Canarias.
El árbol de papaya es una planta de hoja perenne y dependiendo de la variedad alcanza una altura de entre 2-10 m, siendo las variedades bajas las preferidas.
Sin embargo, el papayero (así se llama, entre otros, en La Palma) no es un árbol de verdad. Pertenece a las caricáceas y su tallo es blando. Se considera una especie arborescente.
El papayero es de crecimiento rápido, requiere suelos bien drenados, temperaturas por encima de los 20° C y sol. No tolera heladas, suelos encharcados ni vientos fuertes.
Su vida útil es de entre 3 y 5 años.
En La Palma, estas plantas suelen crecer al margen de las plataneras y en jardines privados
El árbol de papaya normalmente forma un solo tronco en cuyo ápice se aglomeran las hojas de tallo largo y de hasta 1 m de ancho.
Tan solo se ramifica cuando el tronco está dañado. Las hojas pecioladas se desprenden y dejan cicatrices en el tallo.
Tenga cuidado con el látex que sale cuando se arranca una hoja ya que es nocivo para los ojos.
El árbol de papaya presenta pies con flores masculinas, femeninas y hermafroditas.
Las flores masculinas se encuentran en un tallo más largo y las flores femeninas crecen cerca del tallo. Ambas flores son de color blanco amarillento y tienen una delicada fragancia que atrae a las abejas.
En La Palma, la temporada alta de estos frutos oblongos cuya forma recuerda un poco a la de un melón es en verano y a finales de otoño/invierno.
Esta fruta en principio verde posee una piel fina que se torna amarillenta o anaranjada dependiendo del grado de madurez y de la variedad.
Dependiendo de la variedad, una papaya puede pesar 500 g o 5 kg.
La pulpa de una papaya madura es de color amarillo anaranjado a naranja rojizo dependiendo de la variedad. Es blanda, jugosa, suave y dulce.
Afortunadamente, ¡la papaya posee muy pocas calorías y muchos nutrientes!
La papaína, una enzima que fomenta la digestión, tan solo se encuentra en la papaya.
Ayuda a digerir las proteínas más fácilmente, por lo que es bien apreciada después de copiosas comidas con un alto contenido en carne. Además, la papaya es rica en vitamina C, contiene vitamina A, E y algunas vitaminas del grupo B, carotenoides, fósforo, potasio, calcio y mucho más.
Es alcalinizante y ayuda a regular la hiperacidez del organismo. Muchos pueblos indígenas utilizan prácticamente todas las partes del árbol de papaya, no solo como alimento, sino también para la curación.
La papaya se puede consumir a diario. Simplemente hay que pelarla, quitarle las semillas y disfrutar de su sabrosa pulpa (que se puede acompañar con un poco de limón).
También se puede usar para elaborar zumos, batidos, ensaladas, comer con jamón, para añadir a postres, yogures o helado. Sin embargo, no es apta para elaborar jaleas debido a su efecto separador de proteínas. Si se cubre la carne con tiras de papaya durante unas horas antes de prepararla (para ello también se puede reciclar la piel fresca de una papaya ecológica), la carne se queda particularmente tierna.
Las frutas inmaduras son duras, poco sabrosas (más bien amargas) y no deberían consumirse debido al alto contenido en papaína.
Dependiendo de la variedad, hay papayas con muchas o pocas semillas. Las semillas están rodeadas por una cáscara gelatinosa y casi negra en frutos maduros. Tienen un sabor picante y se pueden utilizar como condimento.
Las papayas no maduran bien una vez cosechadas, así que es mejor comprarlas listas para comer
La piel debería estar intacta y el fruto debería ceder bajo una ligera presión (no debería estar demasiado blando).
También se puede comprar cuando tres cuartas partes de la papaya ya se han tornado de color amarillo anaranjado y la papaya sigue firme. Esas papayas son perfectas para consumir unos días más tarde.
Las papayas verdes no deben consumirse crudas debido a su alto contenido en papaína, pero pueden prepararse como vegetales o emplear para hacer un guiso.
Esta planta se reproduce por semillas.
Texto y fotos: Ines Dietrich
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