Daños para la salud

Microplástico en la cadena alimenticia

Fotos: Algalita Marine Research Foundation algalita.org

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Los residuos plásticos no se encuentran solo en (el estómago de) los peces, sino que entre tanto también se ha demostrado que se encuentran en la miel, en la cerveza, en el agua de lluvia y en el agua potable así como en nuestra sangre.

Los plásticos conforman un cóctel de sustancias que en su parte actúan como hormonas, pueden desencadenar ciertos tipos de cáncer, daños hepáticos, diabetes y alteran el desarrollo del cerebro y el desarrollo sexual.

La infertilidad es una de las posibles consecuencias...

Estas sustancias nocivas son extremadamente peligrosas para embriones, bebes y niños, ya que sus cuerpos aún deben desarrollarse.

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Entre otras cosas, se ha constatado que aquellas personas con una concentración mayor en sangre de plastificantes (disruptores endocrinos) y niños de madres que durante el embarazo tenían altos niveles de ftalatos en la orina presentaban: un aumento en la aparición de alergias, una pubertad muy temprana en las niñas, una inhibición de la producción de testosterona en los niños, problemas de conducta, un bajo desarrollo del coeficiente intelectual, obesidad y resistencia a la insulina.

Desde 2011 se han prohibido en la UE, debido a sus efectos peligrosos para la salud, los plastificantes bisfenol A y BPA en los biberones. Los artículos para adultos ni siquiera cuentan con un distintivo.

Las mediciones han demostrado que en la botellas PET también se encuentran hormanas sexuales femeninas: las botellas de plástico contienen el doble de estrógenos que las botellas de cristal.

Algunas de estas sustancias peligrosas son liposolubles, es decir, que los envases de queso o cremas desprenden mucho más de lo que nos gustaría.

En las latas, los tretabricks, las bolsas de plástico para la compra no aptas para productos alimenticios, alimentos cultivados de forma convencional y en los cosméticos también nos acecha el peligro de las hormonas contenidas en los plásticos.

Los valores límites se suman

Tan solo son pequeñas cantidades que por separado no alcanzan los valores límites, pero si se asimilan a lo largo de varios años, se acumulan en nuestro cuerpo y repercuten sobre nuestro metabolismo.

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Apenas podemos evitarlo — absorbemos plástico incluso a través de nuestras vías respiratorias.

El contenido de plástico que se encuentra en el polvo de la casa es el indicador que se usa para medir la carga que existe en los espacios interiores. Las habitaciones de niños y las oficinas se ven especialmente afectados.

La Agencia Federal del Medio Ambiente de Alemania ha descubierto en estudios con animales que los ftalatos causan un desarrollo defectuoso de los testículos en los fetos.

El descenso de la población de animales salvajes que se encuentran al final de la cadena alimenticia (como nosotros, los humanos) se debe en parte también a la acumulación en el cuerpo de pesticidas que alteran el proceso endocrino.

Las piezas de plástico que se acumulan en el cuerpo aglutinan químicos y provocan inflamaciones. Esto se descubrió con experimentos realizados con bivalvos.