Bodega Matías i Torres

El sur de la Isla de La Palma con su paisaje marcado por los volcanes es la patria de la Bodega

La Bodega Matías i Torres está en manos de la familia desde 1885.

El padre de Victoria Torres falleció poco después de haberla heredado y es ella, que ha crecido entre viñedos, la que está al frente de la Bodega desde 2010 a pesar de que sus padres no querían que se dedicase al mundo del vino. Los comienzos de su etapa no fueron fáciles.

Las primeras dificultades comenzaron con el desastroso incendio en el Municipio de Fuencaliente.

Las cepas en la subzona de Fuencaliente sufrieron por el calor y no hubo casi uvas. Las plantas necesitan frescor para recuperarse y hubo una subida brusca de temperatura en primavera. esos cambios pueden también llegar a sentirse en la parte sur de la isla.

Albillo criollo

Por suerte la familia tiene viñedos en otras zonas de la isla, en Villa de Mazo y Villa de Garafía.

Las 560 botellas de Albillo criollo 2010 ha sido elaborado con uva de Garafía, cada etiqueta ha sido creada y pintada manualmente por Victoria. Es el comienzo de la „colección minúscula“.

Malvasía de la Subzona Fuencaliente

En una segunda añada salieron los Malvasía aromáticos.

Sus uvas de la región de la costa de Fuencaliente maduraron bajo unas condiciones penosas, de modo que se trató casi de un milagro la cosecha. De este elegante vino sólo se embotellaron 160 botellas.

Las etiquetas en este caso se elaboraron con papel vegetal, impresas artesanalmente y con muestras de bordado de la madre de Victoria.

Cepas de Malvasía se cultivan en muchas regiones, principalmente en la zona del Mediterráneo, pero la diferencia en cuanto al sabor, tanto de la uva como del vino, es enorme en relación a la de La Palma, nos aclara Victoria. No en vano es el 95 % de la producción insular de Fuencaliente.

Las condiciones climáticas y del suelo son óptimas.

La zona de cultivo de las cepas de Malvasía de Matías i Torres se llama Los Llanos Negros y es un lugar especial para este cultivo. La altitud es de 200 hasta 400 m y se formó por la explosión del Volcán de San Antonio en el año 1657.

Las cenizas volcánicas cubrieron entre 1 y 5  m de grosor el suelo, de forma que cuando se plantaron las primeras cepas los hombres que hicieron los hoyos parecían desaparecer dentro de ellos.

La punta sur de la Isla de La Palma está vinculada al viento

Sobre todo por Las Machuqueras se realiza el cuidado al nivel del suelo.

Paredes de piedra las protegen de las inclemencias del tiempo como antiguamente.

Cada año se repite el proceso de cuidado de la planta. Las ramas no crecen siempre igual y la uva no puede dejarse apoyar en el suelo.

Las cepas de la familia Torres tienen en parte 70 años, en parte 100 años

Estas cepas se han ido adaptando con el paso del tiempo a la climatología y las condiciones del suelo volcánico del lugar. 

Algunas cepas son jóvenes, los llamados „margullos“, sarmientos que se entierran y echan raiz para formar otra planta.

De esta forma se recolectan uvas de diferentes generaciones.

A Victoria le encanta experimentar, ha creado incluso un vino de „tres generaciones“.

A la bodeguera le gustan los vinos puros, la uva que utiliza para ello va desde 200 hasta 1.200 m de altitud.

Por lo que la cosecha va desde agosto hasta finales de octubre.

En el norte se diferencia además la forma de cultivar a la de Fuencaliente.

Las cepas se elevan con estacas (vaso) del suelo o se cultivan en espaldera.

También se compra uva de las mismas zonas en las que la bodega tiene las propias.

Victoria comenta: „Dos mundos chocan.“

La mayoría de los enólogos palmeros son hombres y tienen una media de 60 años.

Ella como mujer y por su edad es respetada en el dominio predominantemente masculino pero hay problemas de comunicación.

„La Palma es una isla en varios sentidos“.

La tradición sigue rodando ...

Por el contrario la vinicultora y viticultora continua poniendo en práctica su conocimiento recibido en el seno familiar como el adquirido por su intuición y valor para interpretar nuevos vinos.

Le gusta trabajar en la cosecha de una parcela y con edición limitada.

Vinos reconocidos

Dentro de la oferta de Matías i Torres se encuentran además del Albillo, reconocidos con oro y plata, Malvasías de Listán blanco (3.000 botellas), el tinto Negramoll (1.800 botellas) así como el Rosado Negramoll.

Todos los vinos llevan el sello de „Denominación de Orígen“ y están reconocidos también fuera de La Palma. 

Hecho a mano

La Bodega en sí a primera vista da la impresión de sencillez y modernidad gracias a sus depósitos de acero o barricas.

Pero ya la máquina de poner los corchos naturales revela un proceso de trabajo manual.

A través de unos escalones se llega al edificio de los años 20 del siglo pasado.

Aquí se almacenan las barricas de roble americano y francés además de las tradicionales de castaño.

El viaje en el tiempo termina en el edificio original de 1885.  Aquí encontramos la vieja prensa y dos lagares de pino canario, en uno de ellos aún se pisan las uvas con el pie como tradicionalmente.

La maceración en el lagar depende de la clase de uva, después le sigue la fermentación en los depósitos de acero.

Elaborar vino le hace felíz dice Victoria.

Eso se descubre en el sabor único de sus caldos y en sus cuidadosas etiquetas elaboradas a mano.

Los que deseen visitar esta Bodega tradicional, por favor pedir cita.

Fotos de Victoria Torres