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Caqui
Rápido aporte energético debido a su alto contenido en glucosa
"Caqui"
Diospyros kaki
El árbol de caqui no solo produce frutos saludables, sino que también decora el jardín a finales de otoño con su llamativo color.
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Un cultivo antiguo
En su tierra natal asiática, el caqui es uno de los frutos más importantes.
Pertenece a la familia de las ebenáceas. Las principales zonas de cultivo son China, Japón y Corea. Pero el caqui también se cultiva en regiones cálidas de Europa. En La Palma, prospera muy bien.
Existen diferentes variedades, las hay también con un bajo contenido en taninos o sin semillas.
Los árboles alcanzan hasta 10 m de altura y forman una hermosa copa. En otoño adornan los jardines con su llamativa coloración.
Un clima suave, como el de las zonas vitícolas, es muy importante.
Lo ideal es un lugar soleado y protegido así como un suelo rico en nutrientes. Los caquis soportan algunas heladas y la sequía, pero no toleran suelos encharcados.
El árbol es de fácil cuidado y tolera bien la poda. Se recomienda podarlo como un manzano. También es apto para plantar en macetas.
Su corteza es lisa y de color gris oscuro. Las hojas son de color verde claro a oscuro y poseen nervios bien visibles.
Desde finales de la primavera hasta finales del verano florecen las flores de color blanco amarillento.
Los frutos redondos alcanzan un tamaño de hasta 8 cm. Estos cuelgan en una ramita corta y su forma recuerda a la de un tomate. Las flores femeninas poseen 4 lóbulos claramente visibles que permanecen en el fruto.
Los caquis pasan de un color amarillo anaranjado claro a un color rojo anaranjado. En otoño, cuando sus hojas cambian de color y se caen (oct-dic), maduran los frutos que alcanzan un tamaño de hasta 8 cm.
Diospyros significa fruta de los dioses
Los caquis son sensibles a la presión y maduran bien tras ser recolectados.
Por ello, se cosechan cuando aún están bastante duros. El caqui contiene ácido tánico (tanino) el cual usa para protegerse de los herbívoros. Esto hace que la fruta no madura tenga un sabor desagradable y áspero, también para las personas. (Algunas variedades no contienen ácido tánico. Así sucede con la variedad Sharon que se cultiva en Israel).
Un caqui maduro está blando, aunque no debería deshacerse. Es entonces que su interior adquiere una consistencia gelatinosa. Dependiendo de la variedad posee entre 8 y 10 semillas o ninguna en absoluto. El caqui tiene un sabor dulce con aroma a pera y albaricoque.
Debido a su alto contenido en provitamina A, el fruto de los dioses es bueno para los ojos, la piel y también protege las células.
Su alto contenido en glucosa hace que no sea bajo en calorías, pero proporciona mucha energía. También contiene calcio y vitamina C y tiene un efecto astringente.
La piel es dura y por ello lo más fácil es cortar el caqui por la mitad y comer la pulpa con una cuchara. También sabe muy bien con yogur, queso fresco y con postres. En platos más fuertes combina bien con salsas de carne o con platos hindúes.
Los caquis recolectados en La Palma pueden comprarse directamente a los agricultores en los mercadillos especialmente entre los meses de noviembre y diciembre.
Texto y fotos: Ines Dietrich